lunes, 21 de junio de 2010

VIAJAR EN EL TIEMPO


De acuerdo. Pero hay escritores que anticiparon viajes en el tiempo, como H. G. Wells, algo que hoy la física no rechaza de plano. ¿No le inspiran?
Arthur Clarke, en su libro 2001, habló sobre la época en la que los robots nos hablarían de forma rutinaria, pilotando naves espaciales, cuando tuviéramos una base lunar. Se adelantó cien años. En 2100 tendremos estas tecnologías. Pero Clarke entrevistó a científicos. En mi caso, no soy un escritor de ciencia ficción, sino un físico. Y los físicos creemos que el viaje en el tiempo podría ser posible. Hay una rendija en las ecuaciones de Einstein, de la que él era consciente. El tiempo es como un río que fluye más velozmente o más despacio. Pero Einstein no sabía que pueden existir remolinos en este río temporal, que pueden hacer que se divida en dos. Aunque el viaje en el tiempo resulte impracticable ahora, es una posibilidad. Si dispusieras de una energía fantástica como la de un agujero negro o una estrella que explota, quizá podrías anudar este río, algo al alcance de una civilización extraterrestre millones de años más avanzada que la nuestra. Suelo decirles a mis amigos que si alguien alguna vez llama a su puerta y le dice que es su ta-ta-ta-ta-ta-ta-tataranieto, no convendría darle un portazo sin más.

¿Hasta qué punto resulta arriesgado hacer predicciones?
Su teléfono móvil tiene más poder de computación que toda la NASA de los años sesenta que logró colocar a un hombre en la Luna. Como físicos, sabemos el ritmo al que evolucionan los ordenadores. Por eso podemos adentrarnos 15 o 20 años en el futuro. En 2020, los chips costarán un penique. Lo que significa que el poder de computación será invisible, estará en todas partes y en ningún lugar, como la electricidad, el papel, el agua. Tendremos ordenadores dentro de nosotros, en nuestra ropa, en las paredes.

¿Qué sucederá con Internet?
Estará en todas partes, incluidas tus lentes de contacto. Cualquier cosa que veas será Internet. Con un parpadeo, puedes conectarte en línea. Si eres un estudiante universitario y tienes que hacer un examen final, en vez de memorizar todos los hechos y gráficos, simplemente parpadearás. Lo que significa que nosotros, los profesores, tendremos que diseñar mejores exámenes que no se basen en la memorización. Si te encuentras con alguien que no sepa inglés o español, tus gafas o tus lentillas te traducirán lo que diga, en forma de subtítulos. En los últimos diez años ya tenemos máquinas electrónicas de dictado a las que hablas y escriben con un 95% de eficacia.
Muéstreme algún ejemplo de una física imposible.
Bueno, es un poco embarazoso. Enseño óptica a mis estudiantes de ingeniería. Antes les decía que la invisibilidad era imposible, ya que violaba las leyes de la óptica. El índice de refracción es siempre mayor que uno. Punto. Fin de la historia. Bien, pues estábamos equivocados. Hay que reescribir los libros de texto. El índice puede ser menor que uno, incluso negativo. Ya lo hemos hecho en laboratorio. En la Universidad de Duke han fabricado un material invisible para la radiación de microondas. En Berkeley han hecho lo mismo, aunque a una escala más pequeña, con luz visible. No es la capa de la invisibilidad de Harry Potter aún, pero un objeto pequeño puede hacerse invisible bajo la luz visible.

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